¿Qué relación existe entre la muda de dientes y el momento de enseñar a leer y escribir? Desde la perspectiva en que fuimos educados la mayoría de nosotros parecería que ninguna, sin embargo para la pedagogía Waldorf existe una estrecha relación entre ambos.
Educación tradicional vs. enfoque Waldorf
En los modelos escolares que todos conocemos, llega el fin de los cursos del jardín de niños en junio, después las vacaciones y en agosto los niños se incorporan a la primaría y entonces el tipo de educación da un giro drástico y se vuelve cada vez más formal, de rigor intelectual y con ello el momento de enseñar a leer y escribir.
Pero desde la perspectiva de la educación tradicional ¿Cuáles han sido los factores que han determinado que el niño ya tenga la capacidad de asimilar estos conocimientos intelectuales?
En la mayoría de los casos hay un esquematismo rígido marcado simplemente por el calendario escolar o la edad del niño, ante esto me surgen algunas preguntas
¿Todos los niños tienen el mismo ritmo de crecimiento y maduración?
¿Qué pasa si un niño ha madurado más prontamente?
¿Qué pasa si otro requiere de mayor tiempo?
Pues desde la perspectiva de la educación tradicional se despersonaliza la educación y todos los niños se tienen que someter al ritmo que determinan la escuela.
Desde el enfoque Waldorf, sólo educamos correctamente si conocemos la constitución específica de cada niño. Y existe una evidencia desde el punto de vista de la evolución del niño para hacer este cambio entre la actividad sensorial y el movimiento como fuente de conocimiento (como la que se tiene en el jardín de niños) a la enseñanza científica (como la que se tiene en la primaria) y esta evidencia es la segunda dentición.
El lenguaje del cuerpo en la perspectiva Waldorf
La pedagogía Waldorf en cada una de sus asignaturas, toma muy en cuenta el lenguaje que tiene el cuerpo para expresar su madurez , identifica el curso de la vida como condición previa para la configuración del tipo de educación. Y el cambio dentario refleja que las fuerzas anímicas, ahora se encuentran a disposición del niño a través de la memoria y de la inteligencia.
Con la muda de dientes tenemos la posibilidad de observar en el niño, que las fuerzas que se requiere para sus nuevos desafíos de la escuela, están a su disposición a partir de su corporeidad.
Todo cambio en el cuerpo físico es expresión de que el niño está preparado para un cambio en lo anímico e intelectual
El niño despierta primero en su cuerpo físico, después en su ámbito central relacionado con los sentimientos, las vivencias y finalmente en la cabeza, transmisora del pensar científico.
La muda de dientes desde la perspectiva Waldorf es la señal de que los niños están listos para aprenden a leer y a escribir.
Padrísimo! El cuerpo es sabio y hay que saber escucharlo.
Saludos!
Si sabemos escuchar al cuerpo nos dirá cuales son nuestros ritmos para cada aprendizaje.