Juegos para ayudar a resolver el duelo por cambio de casa

En cualquier momento de nuestra vida y más aún en la infancia, la casa se asocia a refugio, protección y resguardo. Es un espacio que brinda seguridad al menor al resultarle familiar, conocer sus dimensiones, sus ruidos, los lugares en los que se encuentran los objetos significativos, etc. Es el espacio en el que ha construido sus recuerdos y fantasías por lo que mudarse de él será un proceso adaptativo que puede tomar su tiempo, es por ello que te presentamos esta guía de juegos para ayudar a resolver el duelo por cambio de casa.

 

La Dra. Elizabeth Kübler Ross describe las etapas por las que se pude pasar en un proceso de duelo (no es necesario pasar por todas ni en un orden) analicemos como estas etapas se adaptan para ayudar a resolver el duelo por cambio de casa.

Negación en el proceso de duelo por cambio de casa: 

Aparentemente al niño no le importa el cambio de casa, le resulta un evento intrascendente el abandonarla y el moverse a una nueva. Incluso los primeros días o semanas puede estar muy motivado con el cambio, haciendo afirmaciones de que la otra casa no le gustaba. Es importante distinguir entre una negación en el proceso de duelo por cambio de casa y una motivación por la nueva.

Ira en el proceso de duelo por cambio de casa: 

En esta etapa en el proceso de duelo por cambio de casa el niño tiene un suele hacer preguntas del tipo: ¿Por qué nos cambiamos? ¿Por qué no podemos regresar? ¿Por qué tengo que vivir en esta nueva casa? El entorno se puede volver agresivo como consecuencia de la ira por el cambio de residencia y se puede generalizar a la escuela, la familia, etc.

Negociación en el proceso de duelo por cambio de casa: 

En la tercera etapa el niño trata de llegar a acuerdos con tal de regresar a su antigua casa “subiré mis calificaciones en la escuela si regresamos”, “te ayudaré en las labores de la casa”. Todo esto con la esperanza de que alguno de sus actos provoque el retorno o impidan la permanencia en la nueva casa.
Depresión en el proceso de duelo por cambio de casa: 

El niño se muestra triste, pueden existir episodios de llanto y lamentos, no quiere convivir con el resto de la familia, disminuir su apetito, presenta terrores nocturnos, discurso de resignación de que nada volverá a ser lo mismo: “Nunca podré volver a tener amigos/vecinos, tan satisfactorios como los que tenía en la casa anterior”,
 

Aceptación en el proceso de duelo por cambio de casa: 

Durante esta etapa  el niño acepta con disposición y entusiasmo su realidad, deja de luchar y empieza a disfrutar el nuevo entorno, se adapta  y es el comienzo de un nuevo periodo para el que está preparado.

¿Qué hacer para resolver el duelo por cambio de casa?  

Te presentamos 3 juegos que sirven como herramientas fundamentales para que el niño llegue a resolver el duelo por cambio de casa.

1.-Formar parte de la mudanza:

Mantener informado al niño sobre del cambio que se llevará a cabo para darle oportunidad de asimilar la nueva circunstancia. Explicarle las causas del cambio para evitar que el niño haga deducciones fantasiosas que pueden generar angustia. Hacerle ver los beneficios del nuevo hogar, resolverle sus dudas. Puedes contarle un cuento de la razón por la que la familia se mudó,  hacer un dibujo juntos o una representación del evento con algunos muñecos.

2.- Prepararse emocionalmente para el cambio de casa:

Como todo cambio es preferible hacerlo de forma gradual para amortiguar el impacto. Se pueden ir a dormir a la nueva casa algunos fines de semana previos a la mudanza, hacer un campamento en el jardín o en la sala. Construyendo así asociaciones positivas sobre el nuevo espacio. Ir dejando algunas pertenencias en la nueva casa de manera que el menor quiera regresar al  lugar.

 3.- Familiarizarse con la nueva casa:

Por ejemplo, que ayuden a desempacar y en el acomodo de las cosas de su cuarto, asegurándose de que tengan claro dónde están sus pertenencias más significativas psicológicamente, por ejemplo, un oso de peluche o una cobija que le dé seguridad por las noches.  En los primeros días no se recomienda dejarlos solos en la nueva casa para evitar una asociación del domicilio con soledad, lejanía o abandono, trata de pasar el mayor tiempo posible con tus hijos, tu compañía puede ir disminuyendo poco a poco, la misma situación pasa por la noche, tus hijos pueden pedirte que te quedes a dormir con ellos, no hay problema con que tu duermas en su cuarto, pero evita que ellos se vayan al tuyo.

 

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