El canto y la música en los salones son algunos elementos y asignaturas importantes de los que se habla con frecuencia, pero en este artículo te compartimos cuál es la importancia del Silencio en la Pedagogía Waldorf.
¿Entre más estímulos mejor?
Durante las últimas décadas se ha hablado mucho sobre la estimulación, cada vez es más común encontrar diferentes centros que ofrecen algún tipo de estimulación tanto a bebés como a niños.
Lo cual por un lado ha evitado que se presenten ciertos retrasos madurativos, pero por otro que se piense que los niños entre más estimulados mejor.
Desde mi experiencia profesional en últimas fechas la balanza entre niños que requieren una mayor estimulación es cada vez menor con respecto al otro extremo, el de niños que están sobreestimulados.
Yo considero que en un futuro profesional en lugar de centros de estimulación se abrirán centros para “desestimular” a los niños sobreestimulados.
En cuestión de estimulación como en todo lo demás el punto medio es el equilibrio saludable. Así como un niño se ve beneficiado por la música, el canto y el resto de los estímulos auditivos, estos pueden llegar a sobrepasar el bienestar.
Los padres de familia y educadores también, estamos muy tentados a musicalizar cualquier actividad que hacen los niños, por ejemplo cuando están jugando en casa se les pone alguna canción infantil o en algunas escuelas se pone música por los altavoces durante el recreo.
¿Por qué no “musicalizar” los juegos y actividades de los niños?
Una cosa es hacer una ronda donde parte de la actividad implique el cantar y tocar una canción la cual va sincronizada con los movimientos y el juego y otra es poner canciones y ruido de fondo.
Cuando un niño está jugando está concentrado y las interrupciones alteran las conclusiones y conocimientos a los que podrían llegar si no existirá un estímulo externo.
Además de ello tiene que haber una concordancia entre los diferentes sentidos, por ejemplo, si el niño está construyendo una torre con piezas de madera y se derrumba, y hay música o peor aún ruido de fondo (televisión, videojuegos, ruido ambiental alto), entonces el niño no asociará el sonido de la madera con el derrumbe ¡los sentidos no se integrarán de manera concordante! En este caso entre lo que está viendo y escuchando.
En la pedagogía Waldorf cuando el niño está haciendo una labor o está jugando no se pone música de fondo, las clases y actividades de música se hacen con conciencia.
Los adultos tendemos a pensar que la música infantil con un ritmo acelerado y a alto volumen alegrarán a los niños, cuando lo único que ocasiona es distraerlos.
Observa las ludotecas, salones infantiles, guarderías, entre otras, en ellas generalmente se pone música mientras el niño juega pero esto impide que el niño se escuche a sí mismo (sus pasos, su respiración), que escuche plenamente a los otros niños mientras intentan dialogar (tienen que gritarse) y no digamos el entorno (el sonido del aire, el crujir de una hoja, el canto de un pájaro, etc.).
El silencio es incómodo para quien no sabe qué hacer con él, pero para un niño en contacto consigo mismo no hay razón para la incomodidad.
Me encantaría conocer ¿Qué piensas al respecto?
Hola. Sobre ésta publicación creo es muy cierta. Ahora para todo hay musica y a altos volumenes y de tonos de freciencia elevados. A mi parecer debemos enseñar a los niños a escucharse en su interior y a escuchar a los demas asi como los sonidos que nos rodean y oir musica en el momento dedicado a esa actividad
Efectivamente Hilda a contaminación sonora pasa desapercibida muy frecuentemente y no deja de ser eso. El silencio es un gran maestro y que mejor que aprender de él desde la infancia.